Información básica
(versión para Nintendo Switch)
Five Nights at Freddy’s se lanzó el 29 de noviembre de 2019 y es un juego para un jugador. Se trata de una simulación estratégica. El editor es Clickteam. Los modos de juego compatibles son modo TV, modo sobremesa o modo portátil. El tamaño del archivo del juego es de 453 MB. El idioma soportado es el inglés.
Contenido del juego
Es hora de empezar un nuevo trabajo de verano en la pizzería de Freddy Fazbear. Desde tu pequeña oficina tienes que vigilar las cámaras. ¿Podrás sobrevivir a cinco noches en Freddy’s?
Bienvenido a tu nuevo trabajo de verano en la pizzería Freddy Fazbear’s, donde niños y padres acuden para divertirse y comer hasta donde alcanza la vista. La atracción principal es, por supuesto, Freddy Fazbear y sus dos amigos. Son robots animatrónicos programados para complacer al público. Sin embargo, el comportamiento de los robots se vuelve algo impredecible por la noche y resulta mucho más barato contratarte como seguridad que contratar a un reparador.
Desde tu pequeña oficina, tienes que vigilar de cerca las cámaras de seguridad. Tienes muy limitada la cantidad de electricidad que puedes utilizar por noche (recortes presupuestarios de las empresas, ya sabes). Esto significa que si te quedas sin electricidad por la noche, se acabaron las puertas de seguridad y las luces. Si algo va mal -específicamente si Freddybear o sus amigos no están en sus asientos, debes encontrarlos en los monitores y defenderte si es necesario.
¿Podrás sobrevivir a cinco noches en Freddy’s?
Reseñas
Todo empezó con el original Five Nights at Freddy’s, en el que te ponías en la piel de un nuevo guardia de seguridad que trabajaba en el turno de noche de Freddy Fazbear’s Pizza. El restaurante al estilo Chuck E. Cheese es conocido por su colección de animales animatrónicos que „entretienen“ a los niños durante el día, pero por la noche sale a relucir su lado más siniestro. Los animatrónicos deambulan libremente por la pizzería, y si en su deambular se topan con un humano, lo meten a la fuerza en un traje animatrónico.
Cada noche dura un total de seis horas en el juego (algo menos de diez minutos en la vida real), y tu equipo de seguridad está casi indefenso ante los monstruos robóticos que deambulan por los pasillos. Puedes seguir sus movimientos a través de cámaras colocadas por todo el edificio, y si uno de ellos se acerca demasiado a una de las dos entradas de la cabina de seguridad, puedes desplegar una puerta explosiva para cerrarla. El problema es que el uso de tus escasas opciones defensivas se rige por unas reservas de energía limitadas y que disminuyen rápidamente. Si dejas la puerta cerrada demasiado tiempo en un ataque de pánico, por ejemplo, corres el riesgo de pasar la última hora en total oscuridad, completamente indefenso ante los robots asesinos que vienen a por ti.
El principal punto fuerte de esta premisa resulta ser también su mayor debilidad. Parte del „encanto“ de Five Nights at Freddy’s reside en lo sencilla pero eficaz que es su jugabilidad. Cualquiera puede dominar los controles en cuestión de segundos, y enseguida queda claro lo emocionante que puede llegar a ser la experiencia. El miedo silencioso que surge cuando compruebas la cámara y descubres que falta uno de los robots es universalmente efectivo, y el temor constante que se deriva de tu relativa impotencia es, como mínimo, absorbente.
Cuando, inevitablemente, cometes un error y uno de los personajes llega a la oficina, la pegajosa situación que se produce es el clímax perfecto y aterrador de toda esa tensión. Sin embargo, una vez superado el susto inicial, Five Nights at Freddy’s no tiene mucho más que ofrecer. La sencillez del juego y la gran dependencia de los sustos antes mencionados hacen que la premisa sólo tenga una cierta vida útil, y una vez que te acostumbras a ambas cosas, es fácil que el interés decaiga rápidamente.
En términos de presentación, Five Nights at Freddy’s acierta con su enfoque de „menos es más“. La ausencia de música deja mucho espacio al silencio, que se percibe muy alto, mientras que los sonidos ambientales, las pisadas y las risas tranquilas te inquietarán. Visualmente tampoco hay mucho que hacer, ya que te pasas todo el juego hojeando una colección de imágenes estáticas, pero el diseño del entorno es de lo mejor, ya que transmite un lugar espeluznante y desolado plagado de máquinas de matar.